sábado, 23 de febrero de 2008

En la cima

Ayer fui el rey del mundo.
La sensación de conseguir algo que has anhelado con todo tu ser, algo por lo que has trabajado sangrando cada paso, es: i n d e s c r i p t i b l e.
Es provisional, claro, como todo en la vida. Sin embargo, si los dioses y el azar lo permiten, será definitivo, como todo en la muerte.

Ayer fui el rey del mundo.
La rueda gira de la misma forma en una carretera diferente. Hacía tiempo que no veía un horizonte tan amplio, tan claro. Me siento como el hombre que jamás ha tocado el fuego. Sabe que puede dañarle, pero la fascinación es demasiado poderosa.
La quemazón me hará sentir vivo. Y me lanzo, aunque no sepa lo que aguarda abajo.

Ayer fui el rey del mundo.
No se me ocurre una forma más perfecta de ganarse la vida que obteniendo un empleo que logre expresar tu alma. Está mal pagado, hay demasiada responsabilidad, pero puedo crear, reparar, inventar, descubrir, aprender, investigar, crecer y, sobre todo, mi esencia manejará mi trabajo y no al revés.

Ayer fui el rey del mundo, hoy soy el principio del Tiempo.

La música manda:

Christ. 0 (Vanden Plas)
Barbarian Horde (B. S. O. Gladiator)
Entre Dos Aguas (Paco de Lucía)

Más libros, más libres:

El Espejo en el Espejo (Michael Ende)

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